Las celosías son estructuras, generalmente de madera, aunque pueden ser fabricadas en otros materiales como metal, PVC e incluso aluminio, que sirven para delimitar espacios interiores o exteriores, siendo estos últimos en donde se instalan con mayor frecuencia.
Las celosías, aparte de cumplir con la función de demarcar un espacio, también son un importante elemento decorativo en jardines y terrazas, en donde se integran con el paisaje, y armonizan con el mobiliario y la arquitectura.
Pueden proporcionar sombra, facilitar la intimidad en una determinada área y se constituyen en el mejor soporte para plantas trepadoras.
¿Cómo están construidas las celosías?
Están conformadas por listones delgados que gracias a múltiples uniones y superposiciones, forman cuadriculas romboidales, cuadradas, o en forma de estrellas. Los diseños pueden ser muy variados, y las dimensiones de los espacios también lo pueden ser.
Tipos de Celosías:
Aunque las de madera son las preferidas, ya que van muy bien en espacios naturales, también existen las de metal, resina, plástico o PVC. En el caso de las tradicionales celosías de madera, están suelen estar fabricadas en pino o abeto nórdico. Este tipo de maderas, suelen tener un tratamiento de inmunización e impermeabilización que garanticen su durabilidad a la intemperie.
Las celosías fabricadas en metal, por su parte, son utilizadas como elemento de seguridad en primera instancia. Su coste es superior a las de madera, pero por supuesto son mucho más durables, aunque requieren un mantenimiento periódico para evitar la oxidación.
El PVC, puede ofrecer una textura y una apariencia similar a la de la madera, pero con la gran ventaja de que ofrece mayor duración y no requieren mantenimiento excepcional. Pero sin duda, el material más adecuado para la fabricación de celosías, es la resina, ya que ofrece duración, diversidad de texturas y colores y alta resistencia a los cambios climáticos.