Aunque parecen estructuras del futuro, la arquitectura sostenible es una realidad y, sobre todo, resulta beneficiosa para el medio ambiente.
También conocida bajo el nombre de ecoarquitectura o arquitectura verde, este estilo arquitectónico combina las técnicas de la arquitectura tradicional con las mejores prácticas para preservar el medio ambiente.
De esta manera, la arquitectura sostenible emerge edificios, casas o cualquier tipo de infraestructura siendo responsable con el ecosistema que las rodea y, sobre todo, aprovechando los recursos naturales no solo para su construcción, sino también para las tareas y servicios básicos en el interior del espacio.
Características de la arquitectura sostenible
Este tipo de arquitectura no solo se basa en preservar la naturaleza, también:
• Considera las condiciones climáticas y los entornos para reducir el impacto de las construcciones en espacios concretos.
• Utiliza exclusivamente materiales de construcción que sean sostenibles.
• Cubre la demanda de los servicios básicos a partir de equipamientos adecuados para reducir el consumo energético a través de fuentes de energía renovable, como el agua o los rayos del sol.
• Construye edificaciones útiles, sostenibles y, además, de gran atractivo visual, al pensar en la tecnología y eficiencia desde la fase inicial de diseño.