La eficiencia energética dejó de ser una tendencia para convertirse en una necesidad. Frente al aumento de los costos de la energía y a los desafíos del cambio climático, lograr que los hogares consuman menos energía y mantengan un alto nivel de confort es una prioridad para arquitectos, constructores y propietarios. Sin embargo, mejorar el rendimiento energético de una vivienda implica superar ciertos obstáculos, pero también abre la puerta a oportunidades concretas de ahorro y sustentabilidad.
🏠 El estado actual del parque habitacional
Una gran parte de las viviendas existentes no fue construida bajo criterios de eficiencia energética. De hecho, en muchos países, más del 80 % de los hogares cuentan con calificaciones bajas (E, F o G), lo que indica un alto consumo y una baja capacidad de retener calor en invierno o mantener el frescor en verano.
El resultado: mayor uso de climatización artificial, más emisiones de CO₂ y facturas energéticas elevadas.
🔍 Desafíos principales
1. Aislación térmica deficiente
Paredes, techos, suelos y, especialmente, ventanas sin aislamiento adecuado generan pérdidas de calor o ingreso de altas temperaturas, forzando el uso de aires acondicionados o calefactores.
2. Carpinterías obsoletas
Las ventanas antiguas, con marcos metálicos sin ruptura de puente térmico o vidrios simples, representan hasta el 18 % de las pérdidas térmicas totales en una vivienda.
3. Falta de conciencia y asesoramiento
Muchos propietarios no conocen el impacto real que puede tener una mejora en la envolvente térmica o en los sistemas de carpintería. Sin asesoramiento profesional, es difícil tomar decisiones eficientes.
🌟 Oportunidades de mejora
1. Incorporación de ventanas eficientes
Sustituir ventanas por sistemas de alta prestación, como las aberturas de PVC REHAU o aluminio con ruptura de puente térmico STRUGAL, permite reducir drásticamente la pérdida energética. A esto se suma la posibilidad de usar vidrios dobles con cámara y tratamiento de baja emisividad.
2. Aprovechamiento de la orientación solar
Diseñar aberturas orientadas estratégicamente o complementarlas con protecciones solares (toldos, louvers, pérgolas) mejora el rendimiento térmico pasivo de la vivienda.
3. Control de infiltraciones
Seleccionar aberturas con alta clasificación de permeabilidad al aire (Clase 4) garantiza que no haya filtraciones indeseadas, lo que favorece el confort interior y reduce el uso de climatización.
4. Acceso a incentivos y normativas
Cada vez más países ofrecen líneas de crédito, beneficios fiscales o certificaciones energéticas que impulsan la inversión en mejoras de eficiencia. Esto transforma la inversión en una oportunidad concreta de ahorro económico y valorización de la propiedad.
🛠️ ¿Por dónde empezar?
Mejorar la eficiencia energética del hogar puede comenzar con una revisión integral de las aberturas, ya que son uno de los puntos más sensibles. Elegir materiales de calidad, con buen nivel de aislamiento térmico y acústico, puede marcar una diferencia significativa. Además, trabajar junto a profesionales que asesoren desde el diseño hasta la instalación asegura un resultado duradero y eficaz.
✅ Conclusión
Los desafíos para mejorar la eficiencia energética de las viviendas existen, pero también hay soluciones claras y accesibles. Incorporar tecnología moderna en aberturas, pensar estratégicamente la orientación de los espacios y utilizar materiales de alto rendimiento no solo optimiza el confort, sino que reduce el impacto ambiental y genera ahorro a largo plazo.
En resumen, eficiencia energética significa construir y vivir mejor.