Claves para elegir la mampara de baño

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mampara de baño

 

¿Tu ducha sigue sin mampara? Quizás ha llegado el momento de ponerle remedio… Con estos consejos elegir la mampara más adecuada para tu baño será un juego de niños.

CON PUERTA BATIENTE.
Es una buena opción siempre que el baño sea amplio, ya que hipotecas los cm necesarios para poder abrir la puerta.

mampara de baño

 

PERFILERÍA, LA MÍNIMA.
La perfilería se ha reducido a la mínima expresión, convirtiendo la mampara en casi invisible.

 

EL ESPACIO NECESARIO.
Para poder abrir la puerta de una mampara batiente se necesita un espacio libre frente a la ducha equivalente a lo que mida la puerta. Lo habitual son 45 cm.

 

CON CRISTAL TRASLÚCIDO.
Resulta muy práctico si buscas preservar la intimidad sin restar claridad.

 

A MEDIDA.
En este baño se ha apostado por un gran panel fijo que deja un paso generoso muy práctico.

 

CON PUERTAS CORREDERAS.
Son una opción muy práctica en baños pequeños, porque no restan ni un cm.

 

LA ALTURA MÁS PRÁCTICA.
Cuanta mayor sea la altura de la mampara, menores serán las salpicaduras.

 

ESTANQUEIDAD.
Las puertas correderas son las que ofrecen una mayor estanqueidad. Esta mampara es de Industrias Lasser.

 

CON UN PANEL FIJO.
En baños mini, como este, prescindir de la mampara en pro de un panel fijo resulta muy cómodo y facilita el mantenimiento. Es importante que dejes un paso lo suficientemente amplio para poder acceder a la ducha.

 

CLARIDAD.
Si la ducha está junto a la ventana y no quieres restar ni un ápice de claridad, no lo dudes: apuesta por una mampara transparente, como aquí.

 

Los cambios de hábito de aseo –más duchas y menos bañeras– han favorecido el auge de las mamparas, que han desterrado a la tradicional cortina de ducha al baúl de los recuerdos. Y es que si bien para la bañera la cortina sigue siendo una opción práctica, cuando se trata de ducharse, es otra historia. Las salpicaduras (cuando no charcos a pie de ducha) son constantes, siendo un verdadero engorro.

Pero elegir una mampara no es tan fácil, rápido, ni económico como escoger una cortina para la ducha. Te ayudamos a acertar.

1. TU MAMPARA, TUS NECESIDADES

Parece una obviedad pero es importante tenerlo en cuenta. Las necesidades de un niño, de un adulto o de una persona con problemas de movilidad son radicalmente distintas. Y la mampara debería ajustarse a ellas. Así, para niños son prácticas las que se abren de la mitad hacia arriba: desde fuera llegas a los mandos del grifo y por abajo evitas salpicaduras. En cambio, las personas con problemas de movilidad necesitan más resistencia, seguridad y puntos de apoyo.

 

2. EL MEJOR SISTEMA DE APERTURA PARA TU BAÑO

El espacio libre alrededor de la ducha y el tipo de plato –cuadrado, rectangular, curvo…– condicionarán la elección de un diseño u otro.

 

– Correderas: El 90% de las mamparas se instalan con este sistema, ya que al deslizarse sobre unas guías no necesitan ángulo de apertura y no restan espacio al baño. Esto hace que sean una opción perfecta para pocos metros. Además, son las mamparas más estancas. El único “pero” es que suelen contar con más perfilería que una de apertura batiente, cuyo diseño suele ser más limpio.

– Batientes: Se abren hacia adentro, hacia afuera o en algunos casos en ambos sentidos, siendo muy prácticas en baños amplios donde no importe hipotecar cm que deben dejarse libres para abrir la puerta. Su principal ventaja es que dejan un hueco amplio de entrada al plato, mucho mayor que las correderas. Además, su estética es más minimalista, ya que apenas necesita perfiles.

– Panel fijo: En baños mini son la mejor opción, porque no ocupan espacio ni restan luz. Asegúrate que puedes acceder de manera cómoda al plato de ducha. Cuando el panel es fijo, se sujeta a la pared simplemente con una bisagra.

 

A MAYOR ALTURA DE LA MAMPARA MENOR ES LA POSIBILIDAD DE QUE EL AGUA PUEDA SALPICAR POR LA PARTE SUPERIOR DE LA DUCHA

 

3. PERFILERÍA Y RODAMIENTOS DE CALIDAD

La perfilería no es solo una decisión estética, ya que su calidad determinará en gran medida la durabilidad de la mampara. Por su resistencia a la humedad, adaptabilidad y ligereza el aluminio ha desbancado al acero inoxidable –muy minoritario– y al PVC. Si buscas ganar sensación de espacio en la zona de ducha y en todo el baño, valora la opción de un diseño sin perfilería.

En el caso de las mamparas correderas, además, se deberá prestar especial atención a los rodamientos. Son las piezas que permiten abrir la puerta y, como con la perfilería, influyen y mucho en la vida de la mampara. Se recomienda que sean dobles para facilitar el deslizamiento de la mampara y garantizar una apertura suave y silenciosa. Además, los dobles reducen el desgaste frente a los rodamientos simples.

 

4. EL MATERIAL DE LOS PANELES Y SU ACABADO

El cristal ha sustituido al acrílico, convirtiéndose en el material estrella de los paneles de la mampara. Se trata de un vidrio temperado de seguridad resistente a los impactos y, en caso de rotura, lo hace en trozos muy pequeños y redondeados sin partes cortantes. Es importante tener en cuenta el grosor del cristal, ya que es el que garantiza la estabilidad y seguridad de la mampara. Para puertas correderas lo ideal es de 6 mm y para paneles fijos, de 8 mm o más.

Otro elemento a tener en cuenta es el acabado del cristal. El más habitual es el transparente, ya que da sensación de mayor espacio. Si buscas preservar la intimidad sin renunciar a la luz, la mejor opción son los traslúcidos. También los hay serigrafiados o incluso decorados.

5. CON TRATAMIENTO ANTICAL, MÁS FÁCIL DE MANTENER

No lo dudes. Merece la pena escoger el cristal con un tratamiento antical: repele el agua, evita la incrustación de la cal y facilita la limpieza de la mampara. Pero debes tener en cuenta que una mampara con tratamiento antical no puede limpiarse con productos agresivos, ya que eliminan su efectividad. Y, además, este tratamiento no dura eternamente. Como orientación, en una casa con una sola ducha compartida por dos personas y con un uso diario puede durar 5 o 6 años.