Mucha gente se echa para atrás a la hora de comprarse una casa pasiva, ya que cree que será mucho más cara que un hogar convencional. Sin embargo, pocos se paran a pensar en el beneficio económico, de salud y medioambiental que de una forma inmediata tienen este tipo de viviendas.
Antes de nada, es importante pensar en el proyecto global y en los requerimientos del cliente, en relación hasta donde quiere llegar en términos ecológicos. ¿Quiere una casa pasiva 100%, que funcione sin calefacción? o ¿quiere tan solo incorporar en el diseño algunos elementos de la arquitectura pasiva para ahorrar energía?
Vivir en una casa pasiva 100% supone no tener que encender la calefacción ni el aire acondicionado prácticamente en todo el año y esto supone un ahorro en gasto energético desproporcionado en comparación a la inversión inicial.
En líneas generales, la media de incremento de este tipo de casas en comparación con las que se construyen con parámetros de toda la vida, está entre un 3% y un 8% por encima. Una subida que se dedica a mejorar aislamiento, los sistemas de eficiencia energética y la captación de energía mediante fuentes renovables.
En definitiva, tras ese mayor coste, en poco tiempo, uno puede ahorrarse una cantidad muy considerable en la factura, ya que este tipo de casas gasta entre un 80-90% menos de energía que una casa convencional. Así, esa inversión se amortiza rápidamente, suponiendo una rentabilidad total a partir de ese momento.
Por otro lado, es posible reducir algunas partidas a la hora de levantar estos edificios más sostenibles:
- Son viviendas de formas simples y modernas que permiten prefabricar partes de la estructura y por lo tanto reducir el coste de construcción.
- Además, ese tipo de construcción facilita que no haya pérdidas de energía a través de la fachada exterior.
- Como el aislamiento de muros y en general de la vivienda es mayor, la temperatura interior se mantiene estable, de esta forma es necesario menos calefacción. Es decir, no hay que instalar complejos y caros sistemas de calefacción radiante o por radiadores.